sábado, abril 20, 2024
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Se tira caganer desde lo alto del portal de Belén acosado por un grupo de campanilleros

Esta mañana se ha montado el Belén en la ciudad del mismo nombre que cada cual instala en su casa en Navidad. El caganer profesional Carlas Mojons se precipitaba al vacío desde lo alto del portal. Ni el arcángel San Gabriel, que estaba enganchado con un imperdible oxidado, ni la policía de Pilatos, que no hay quien la mueva del castillo de cartón, pudieron hacer nada por evitar el fatal desenlace.  A mojons no lo salvó ni el musgo de Pichardo.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada de hoy miércoles, a las cinco de la mañana, cuando un grupo descontrolado de campanilleros hartos de Cazalla se encontraban callejeando por la aldea, entonando villancicos y cánticos populares insufribles. Venían de la comida del gremio, cuando uno de ellos fue a miccionar sobre un matojo que asomaba por el molino de palillos. En cuanto soltó la chorrera, una voz con inconfundible acento catalán gritó: «¡Que me estás empapat, fil de put!»

Al grito, según testigos auriculares de la situación, de «¡Quillo, un cagón!», el campanillero José Juan Plómez -que así se llama el interfecto- advertía a sus compañeros de la presencia de la figurita agazapada. El caganer Mojons, debió arrastrarse como pudo, con el mojón en el culo más notable, si cabe, por el miedo acumulado y añadido a su estado de defecación de serie.

«Aquello se convirtió en una cacería al tío cagón, entre que unos son muy de aquí y el otro siempre ha sido muy independiente, le tenían mucha jambre…» Apunta Sonsoles Ariel, testigo de los hechos y lavandera belenense de profesión. «El pobre hombre se tuvo que subir al portal como pudo, perseguido por dos o tres campanilleros. El resto se había cortao porque ya habían pisao más de una mierda. Luego los campanilleros se pusieron a cantarle desde abajo, el caganer no pudo soportarlo y acabó tirándose hecho un gurruñuño desde lo alto del portal. Con el mojón en el culo. Y pasó lo que pasó.» Apunta la lavandera.

Afortunadamente, el interfecto Mojons es de plástico, por lo que no hemos de padecer ninguna rotura que nos ensucie aún más la Navidad, si cabe.



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