Cataluña contará con chiringuito propio en el Festival de las Naciones
El Parlamento de Cataluña vivía ayer una jornada inédita en la historia del pa amb tumaca: Por 72 votos a 63 y con el permiso de La Caixa, se aprobaba la resolución que proclama la concurrencia con chiringuito propio en el Festival de las Naciones de Sevilla 2017. Todo un órdago a Madrid que aún espera ver a Carme Forcadell vestida de chulapa en la Verbena de la Paloma.
El chiringuito planteado por los catalanistas se caracteriza por vender sus productos un 3 por ciento más caro, a lo turrón 1880 style, “porque la gestión de nuestra calidad suprema cuesta su pela y porque aspiramos a convertirnos en la nación más cara del mundo” según palabras del mismo Puigdemont. “Las artes y viandas a mostrar en tan prestigioso festival son las propias de un estado avanzado e infinitamente independiente: Butifarra en bucle infinito regada con brandy Soberano por un tubo como única bebida, “que aunque no sea catalán, está cargado de significat y nos da ese plus de independentismo fuera de casa que necesitamos” –sostiene el president-.
El portavoz de Junts pel sí, Oriol Polansqui, ya venían diciendo de antes que “Cataluña debía quitarse la obsesión por una Europa que está ya más vista que el TBU y mirar más hacia las prestigiosas instituciones de los países emergentes del sur, como el Festival de las Naciones de Sevilla”.
Sostiene Polasqui que, como ya avanzara en su día Sevilla Today, “desde los tiempos en que Jordi Hurtado jugaba al monopoly con Jordi Pujol en la guardería, los verdaderos catalanes de Cataluña, que somos nosotros, queremos apostar por el continente africano y su capital, Sevilla, todo un territorio por explotar… digo por conocer… Junto a ese maravilloso pueblo al que unir en sardana multitudinaria alrededor de la Torre del Oro y un Castell que supere en altura a la Giralda y su Giraldillo”.
Síguenos en
