Descubren que la tala masiva de árboles se debía al tráfico ilegal de «palodú»
Ayer mismo a la hora de la siesta, un dispositivo de la policía municipal de la invicta y mariana ciudad de Sevilla encontraba en 7 chambaos desperdigados por la plaza del pelícano y aledaños un alijo de 27 toneladas de palodú adulterado. La unidad de maderas y serrines de la comandancia de ellos pudo rápidamente identificar entre el material incautado, los cadáveres de más de 800 árboles talados recientemente en la ciudad.
El alcalde, Juan Espadas Láser, dice que la culpa no es suya sino de las 10 empresas que él ha contratado para trajinar en los parques, jardines y matojos de la ciudad: «Han demostrado no ser de la confianza que les otorgué con mi bara láser de medir y se han metido de cabeza en el lado oscuro, pero vamos… que yo no tengo ná que vé… que yo soy yedai, del PSOE y andaluz así que tol mundo callao…»
Esta chuchería tan sevillana no era alto para el consumo «por todas las porquerías que le echan pa que sepa de durse: que si melaza der chino, que si sacarina robá de los bares, que si nicotina y arquitrán durse… El caso es que te podía cargá a arquien de un ataque de asuca o argo malo…» Señala Pastori Palosanto, concejala de artes y costumbres del consistorio.
Susana Serrano, de Participa Sevilla, dice que «por fin se ha demostrado que lo de la tala olía a cuerno quemao y a bara láser descontrolada.» Mientras que el líder del PP, Beltrán Ynovolverán, dice lo mismo que el de ciudadanos, del que nadie sabe el nombre porque basta con saber que es primo de Rivera: «Esto con Franco no pasaba, así que vamos a dedicarnos a las cosas verdaderamente importantes que importan a los españoles de bien: Los pasos los toros y er furbo, mecagondiós.»
Síguenos en
