El ganador del Maratón de Sevilla estaba haciendo un «sinpa»

El flamante ganador del Maratón de Sevilla ha sorprendido a todos los presentes, cuando esta mañana ha declarado que en realidad no estaba corriendo como los demás participantes. Había salido por patas porque acababa de hacer un «sinpa» y creía que los que venían detrás eran los camareros del bar del que se había marchado sin pagar. Los propietarios del establecimiento no han tardado en reclamar parte del premio, para sufragar al menos la roncha de marisco que el runner había dejado antes de marcharse del local.

La policía municipal ha señalado a ST que Manuel el Centella, que así se llama el «deportista», es muy conocido en los bares de Sevilla, porque cada vez que entra en uno, se pide una ración de gambas blancas de Huelva, calidad premium, que acompaña con una copita de manzanilla, de Medallas de Argüeso (porque la de La Guita le da mucho coraje). Su sobrenombre viene porque una vez que ha chupado las cabezas de todas las gambas, aprovecha cualquier descuido de los camareros y sale corriendo como una exhalación. Apresarle es casi imposible y son muchos los restauradores que se han visto afectados por las raudas escapadas de este guepardo de la sabana sevillana.

Como a los bares del centro los tiene muy quemados, la misma mañana acudía a uno de los bares colindantes a la carrera, después de haberse dado un paseíto por el charco de la Pava, para comprarse unas «carsonas» y una camisetita de tirantes que venía con su dorsal y todo. «Yo no le eché mucha cuenta a los números y no me di cuenta de que era una camiseta de la maratón» ha declarado el Centella.

El caso es que acudió de esta guisa al bar, hizo su tradicional pedido de gambas y salió corriendo de allí en el justo momento en el que se daba la salida a la multitud de runners. Lo más sorprendente es que Manuel creyó que unos de los que iban detrás suya eran los camareros del bar y  se hizo el recorrido completo hasta llegar victorioso a la meta. Una vez allí, al subirse al podio, confesó  por lo bajini que él en realidad estaba haciendo un «sinpa», aunque hasta hoy no se le ha echado cuenta. Lo que aún no se ha determinado es si la copita de manzanilla que se tomó antes se puede considerar como doping.