Un estudio revela que los sevillanos con piscina tienen más amigos en Facebook

Los gorrones de piscina utilizan ahora las redes sociales como arma principal para conseguir sus objetivos. Las autoridades recomiendan que en caso de tener piscina no se publiquen muchas fotos durante los baños y sobre todo no poner cara de «¡Qué a gusto que estoy, miarma!»

Si usted tiene piscina, aunque sea una mierda de alberquita en la azotea del bloque, seguro que en esta época del año le llueven las peticiones de amistad en Facebook. Un estudio de la prestigiosa Universidad del Cerro del Águila publicado recientemente ha llegado a la conclusión de que los gorrones de piscina y cloro ya no utilizan el clásico «pasaba por aquí», sino que ahora han pasado a las redes sociales. Primero te bombardean con solicitudes de amistad, aunque sólo hayas coincidido con ellos un día en la caseta de un primo tuyo en la feria de 97. Luego no paran de ponerte comentarios con las palabras “Qué arte tiene” o “Si es que eres lo mássimo”.  Luego pasan a mandarte privados hablando del calor que hace en esta época del año y por último se te cuelan en tu casa con el paloselfie con la excusa de que hace mucho tiempo que no os hacéis fotos juntos en Internet.

Las autoridades recomiendan que para evitar este tipo de gorroneo se evite en la medida de los posible publicar fotos con la familia en la piscina de la comunidad, sobre todo los fines de semana que es cuando este tipo de individuos suele actuar. También recomiendan que se use la excusa típica de que el presidente de la comunidad es muy cabrón y no deja invitar a nadie a la piscina o que precisamente hoy están dando un tratamiento especial al agua que impide que nadie se pueda bañar. En casos extremos también se pueden utilizar los palitos de corcho de los niños para tratar de ahuyentarlos siempre y cuando estén homologados por en instituto chino del corchopán.