Inés Rosales usa la plaza de España como molde para hacer su torta récord
“Hagamos una torta tal que las generaciones venideras nos tomen por locos, por reposteros locos” aseguraba el presidente de la célebre compañía de Castilleja de la Cuesta.
“¿De aceite o polvorón?” era esta la cuestión que engollipaba a autoridades y curiosos, asistentes a la presentación del proyecto “Torta de España” de la legendaria empresa sevillana “Inés Rosales”. El auditorio de Capitanía General, sito en la emblemática Plaza de España, fue testigo de un emotivo acto en el que se avanzó la idea de convertir a la celebérrima plaza de Aníbal González en la horma de la que será torta más grande del mundo; “por la que las generaciones venideras nos tomen por locos, por reposteros locos” – aseguraba Inocencio Rosales, presidente de la fundación que lleva su mismo nombre – Asimismo, Rosales apuntaba en su intervención que “la promoción de Sevilla y su legendaria empresa (Inés Rosales), no debe limitarse a salir en el libro Guiness de los Records; si cada sevillano se comiera una tortita, otro gallo cantaría”.
El alcalde la ciudad, Juaninnasio Zoido, apuntaba alto con un discurso rompedor: “empresas como la de Inés Rosales son las que hacen de nuestra ciudad el ombligo del mundo y qué ombligo más rico y más bueno… Pasemos raudos a la degustación. He dicho”.
Tras el emotivo discurso del alcalde, los organizadores proyectaron un simpático power-point sobre megatortas virtuales en grande plazas del mundo (Trafalgar Square, Alexander Platz, Tiananmén, la plaza del pueblo…) que hizo las delicias de los allí presentes.
Entre los asistentes se encontraban grandes personalidades como un antiguo camarero de Nova Roma, un señor que tenía toda la cara de un palo de nata y la jueza Mercedes Alaya dedicada, como siempre, a quedarse con la cara de más de uno.
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