La hermandad de la República catalana llega a Doñana
Ayer por la mañana temprano llegaba al Parque Nacional de Doñana, enfilando la Raya Real, la hermandad de la República Catalana. Un espectáculo digno de verse con sus carretas amarillas, sus bueyes leridanos, sus barretinas cordobesas, sus charnegos purasangre y el simpecado con la cara de Puigdemont.
Formaba la extraña hermandad un cortejo reivindicativo con pinta de orden mendicante, más que otra cosa, cada cual con su botellita de fontvella, su pañoleta color albero y con las neveras más vacías que el museo de carruajes; vamos, que allí nadie se había gastado un duro, como si aquello fuera una excursión cualquiera a la Moreneta.
Sevilla Today tuvo la oportunidad de entrevistar al hermano mayor de los republicanos cataláunicos quien nos confesaba que «este peregrinaje podíamos haberlo hecho perfectament en direcsió norte, a Bruseles, Ginebra o Berlín, pero hemos considerat que protagonizar este acto tan español del camino al Rocío nos traería mucha más repercusió mediatic.» -Señala Marc Turra-. «Es por esto que hemos elegido el simpecat con el rostro de la persona que más nos importa ahora junto a los presos politics, que es Carlas Puigdemont.»
Ante tal desfile del independentismo catalán hacia ese sagrado western que es la romería del Rocío, el gobierno se espera lo peor y según el mismo ministro del Interior Interno, Juaninnasio Zoido, «les van a dar palos hasta en el cielo de boca; eso que nos ahorramos en atidisturbios.» Las desafortunadas declaraciones del ministro no han caído en saco roto y han provocado la reacción airada dela izquierda nacionalista española, la catalana y la del mismo Almonte, hasta el punto de que han quedado todos esta tarde para darse de hostias en el descampado que hay frente al chalé de Pablo e Irene, uno de los muchos lugares privilegiados del reino español donde antes todo era campo.
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