La Moreneta se muda a Los Negritos
La Virgen de Montserrat, La Moreneta para sus devotos, ya no puede más. Según fuentes de la abadía, dice sentirse una virgen objeto, usada por unos y por otros, como si fuera un simple pedazo de madera de caoba. «Todos me exaltan atendiendo a sus bajos instintos identitarios, sus espurios intereses nacionalistas… y yo lo que necesito es un buen palio encima, una coronación en condiciones, un besamanos como Dios manda y eso sólo lo puedo esperar de las buenas gentes del sur.» Confiesa la Señora.
Es por ello que La Moreneta ha hecho la maleta. Ha cogido al Niño, la bola dorada esa que lleva, ha reagrupado a sus querubines, se ha sujetado su minimanto románico de serie y ha cogido camino dirección Sevilla city, a comprobar las bondades de la villa mariana por antonomasia. “Además, ya que me voy a Sevilla, me voy a San Roque, con los míos, Los Negritos, los que son como yo y saben mirarme con ojos afros a lo Antonio Machín style, sin atender al oscuro de mi talla… Porque como bien decía aquella vieja canción: No importa la raza, ni el color de la piel, ama a todos como hermanos y haz el bien, sis plau…” Apunta La Moreneta.
“Lo de La Moreneta se trata una vuelta a las raíces en toda regla, huyendo de conflictos fundados en fronteras, razas, tradiciones, carnés de identidad… Pero sí que es verdad que puede crear un conflicto de intereses con su franquicia en Sevilla, su titular en la plaza de La Magdalena, Nuestra Señora de Montserrat.” Señala monseñor Asenjo, ranciobispo de Sevilla.
El caso es que el mundo cofrade hispalense no cabe en sí de gozo, pues ese sueño internacionalista de Mateos Gago consistente en reunir todas las grandes figuras del mundo mariano en un solo equipo llamado Sevilla, cada vez está más cerca.
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